20.10.15 Hoy le tocó el turno de navegar dentro de la bahía, a la embarcación Mi
Última; salí del náutico a las 7:30 h y hasta las 10 h, la mini jornada se
caracterizó por la presencia de miles y miles de alevines (traté de captarlos en la porción derecha de la foto anexa), que se observan en el
agua y que sirven de alimento a muchos peces entre los que se destacan las
sierras (aunque fueron las que más atacaron a los señuelos, la mayoría de ellas
eran de tamaño pequeño y fueron liberadas; solo conservé una de buen tamaño que
se prendió en un Bomber Certified Deep de 18 cm), bichis y toros que se estaban
“desayunando” opíparamente, con pescado fresco en casi toda la extensión del
cuerpo de agua. Los pescadores comerciales que han desistido de capturar
camarón (por la escasez de producto y también por la “marea muerta” de este día),
están dedicados a la escama y en cuanto veían que sacaba una sierra con los
señuelos, inmediatamente tendían sus redes por lo que hubo momentos
desagradables generados por esta actitud que según dicen ellos, es producto de
la desesperación al buscar la manera de resarcir sus gastos y allegarse el
sustento familiar; de cualquier manera, la experiencia vivida este día no fue
de las mejores dentro de la bahía de Topolobampo.
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