03.10.15 Después de una “horripilante” (por la fiebre, las flemas y tener que aguantar el calor), gripa, de un “traumático” (por la cantidad de baches que hay en la carretera), viaje a la ciudad de Hermosillo y de alrededor de 13 días de no encontrarme con mi “querencia”, hoy salí a dar un pequeño paseo por la bahía para actualizarme con la apertura de la veda del camarón (hay un incremento muy marcado en el tráfico de embarcaciones, tanto lanchas como barcos), con las altas temperaturas del agua (hoy y durante la mañana, estuvo a 32°C a pesar del viento, los nublados y la lluvia) y por supuesto, con la pesca. Para obtener la información en este último aspecto, puse en el agua los ya tradicionales (para mi), bomber de 13 cm e inmediatamente, obtuve resultados  que en este inicio de octubre, se tradujeron en bichis, bichis y solo bichis (se prendían en señuelos de diferentes colores); ni un solo animalito de otra familia, siquiera para visualizar la variedad que hay dentro de la bahía. Lo bueno de todo es que otra vez sentí el placer de escuchar sonar los carretitos, de verse doblar las cañitas y lo mejor, de regresar los peces al agua sin daños mayores, felicitándome de nueva cuenta por haberle cambiado a todos los señuelos que uso, los grampines por anzuelos simples.