jueves, 14 de mayo de 2015

14.05.15 Este día “reconocí” la Bahía de Topolobampo y con tan buena suerte que me tocó un excelente clima porque estaba lloviznando, los rayos del sol se filtraban a través de las nubes generando un espectáculo soberbio, soplaba un ligero aire fresco y pues todo mundo andaba contento: la familia de delfines que vive dentro del puerto (son inconfundibles pues uno de ellos tiene una herida muy notoria, ya cicatrizada en la aleta dorsal), hacían todo tipo de saltos (hacia adelante, de lado; inclusive giraban sobre sí mismos en el plano longitudinal); las garzas tratando de engullir peces más grandes de lo aconsejable; las lisas saltando para no ser atrapadas por peces; las águilas pescadoras tratando de capturar a las lisas y en fin, todo un espectáculo que enmarcó mi regreso a estas añoradas, ricas y tranquilas aguas. La pesca como siempre, muy diversa pues hubo bichis, cabrillas, cochis y una gran cantidad de “peces lagartija” o lizzard fish, cuyo aspecto puede generar repulsión y temor en algunos pescadores deportivos; por supuesto y gracias a los señuelos duros habilitados con anzuelos simples, todos los peces fueron devueltos al agua sin daños significativos.
 

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