11.07.20 Una tormentosa (literalmente, pues hubo fuertes vientos, rayos,
llovizna), mini jornada (6 a 8h), dentro de la bahía de Topolobampo, en la que
por otra parte, pude disfrutar del arco iris y de las embestidas violentas
hacia los señuelos Storm, de pargos (me traje uno de 55 cm), de coconacos (en
una ocasión se prendieron 2 al mismo tiempo; me traje uno de 48 cm) y por
supuesto, cochis, bichis y cabrillas pimienta que fueron regresadas al agua sin
mayores daños. Con vivencias de esta calidad, con una familia saludable como la
que tengo, no me queda mas que seguir agradeciendo a todos los que interactúan (incluyendo
por supuesto al Señor), en el accionar de este vetusto organismo de casi 71
años.
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