04.07.20 Encontré al Farallón como en sus viejos tiempos, con una gran diversidad
de pesca (toros, bonitas, barriletes e inclusive y a tan solo a 450m, se me
prendió un marlín que se soltó cuando bajé la velocidad de los motores), fue un
viaje en solitario que inició a las 6:30 y terminó a las 11:30h, en la
embarcación Pa’ntonces que recién está autorizada para navegar. Los peces (toros y barriletes fueron
liberados indemnes), me cansaron mucho pero todo se compensa con la escucha del
adrenalóico sonido de los 6/0 que en esta ocasión, sonaron (gracias a la
benevolencia del Señor), con una frecuencia mayor a la que este septuagenario
(habilitado con rodilleras, muñequeras y coderas), hubiera deseado.
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