23.12.19 Primera vez que Ricardo (el nieto de solo 4 años), va al Farallón y la
benevolencia del Señor permitió que fuera una magnífica experiencia para él
(también para el Abe nieto y mi hijo Alejandro), ya que el mar estaba calmo
(tal como lucía el pronóstico), la temperatura ambiente muy agradable y lo
mejor, con el agua en los alrededores de los 22°C, los peces (barriletes,
bonitas y atunes), estaban muy proclives a embestir los señuelos que les
ofrecimos. Además, todos disfrutamos del soberbio espectáculo de ver un mar
rico en especies ya que inclusive avistamos caguamas.
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