21.12.19 Ahora con el Abe, el nieto Ricardo volvió a sentir la emoción de
capturar (y liberar; este día se rompió el “record” de la anterior excursión ya
que se prendieron 14 piezas contra 10 de la vez anterior), pargos, cabrillas y
peces lagartija (hoy y para nuestra buena suerte, extrañamente no se prendió
ningún bichi), que hicieron el deleite de la “concurrencia” y la profunda
satisfacción de mi hijo Alejandro y por supuesto, del “abuelo del mar”, mote
con el que me tienen identificado los 10 nietos actuales. Sinceramente, ya son
muchos por lo que espero que no haya más, en lo que también está de acuerdo mi
esposa, la “abuela del mar”.
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