09.11.19 Una “mañanera” (6 a 8:15h), sabatina en la que el Señor se prodigó en
proporcionarle adrenalina a este vetusto cuerpo ya que además de los
indeseables bichis que hoy estaban más que crecidos (hubo algunos de hasta
45cm), se prendieron pargos (muy temprano, todavía sin que la claridad se
generalizara; me traje uno de 40cm), coconacos (todos fueron regresados al agua
ya que últimamente hemos comido muchos peces de esta especie) y corvinas “panzonas”
(me traje 3 para mis vecinos en el ejido). Obviamente, terminé más que cansado
y satisfecho de que a pesar de la lesión que tengo en un codo (me golpeé con un
árbol realizando tareas en el jardín de la casa), la codera que estoy usando
minimiza (junto con la adrenalina), el dolor de los tejidos duros y blandos que rodean el sitio dañado.
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