13.09.18 Después de 9 días de no “cumplirle” a mi querencia marina, cuya
motivación fue la lluvia, el viento, la marea, el calor, la senectud y sus dolencias;
el impostergable trabajo en el jardín y un largo etc., (incluida una engorrosa
tramitología judicial ante las autoridades al querer denunciar un robo
domiciliario del que fuimos objeto), hoy realicé una mini jornada (6:45 a
9:15h), en la que había gran cantidad de “tráfico” de pescadores comerciales
(también hubo muchos moscos, muy agresivos), cuyas embarcaciones zarandeaban intensa
y frecuentemente a la Piñitas. En compensación, el Señor dispuso que disfrutara
de inmejorables y adrenalóicos momentos cuando los pargos y las corvinas (se alternaban con los cochis, bichis y cabrillas areneras), se
prendían de los señuelos Storm y Bomber que puse en el agua.
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