30.11.16 Se termina otro noviembre inolvidable con una pléyade de especies entre
las que destacaron petos (wahoos para los anglofílicos), dorados, sierras,
bonitas, pargos, coconacos y por supuesto, marlines azules (en el noviembre del 2007 y en solitario, en
una embarcación paceña habilitada con un Honda de 50 hp, se me prendió otro
marlín azul en un Williamson LBD de 20 cm que después de 3 h de intensa lucha,
también se murió por el esfuerzo; en aquel distante año, fueron el Ing. Amaya y
el Ing. Arrieta los que me ayudaron a subirlo), en el que tuve 3 encuentros (en
2 de las ocasiones de este 2016, en compañía del Dr. Pedro Gallardo; uno de los
animales se fue indemne y el otro si lo sacamos), con estos formidables
gladiadores del mar (otra de las veces iba yo solo y afortunadamente, después
de que también el pez se murió por el esfuerzo de 2 h de lucha, pude contar con
la ayuda de los Neto’s Valdez, padre e hijo, para sacarlo), que cada vez son
mas escasos en nuestros mares aledaños. Esta es una nota en la bitácora que
lleva implícito un profundo deseo para que con la infinita benevolencia del
Señor, las condiciones bióticas y abióticas futuras no se alteren demasiado, de
tal suerte que las generaciones venideras sean capaces de disfrutar del
profundo e indescifrable sentimiento que proporciona esa enigmática masa de
agua que es el mar.
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