09.11.16 Continuando con las mini jornadas matinales de este productivo onceavo
mes del año, me encontré con la novedad de que así como las sierras y los
sábalos, lo último es que los toros fueron desplazados de su nicho de confort por los cochis que
hoy pulularon en las aguas de la bahía, siendo los señuelos Storm los mas
solicitados por la “concurrencia”; compartiendo el estrato rocoso de los
cochis, pude atrapar un bonito coconaco que después de consultarlo con el “alto
mando” familiar, constituirá la comida de hoy, situación que verdaderamente me
halaga ya que soy un fanático de los cachetes, labios, globos oculares y
cerebro del “pargo mulato”, como también se le conoce al coconaco.
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