13.12.24 Una cabalística jornada de viernes 13 por los alrededores del Farallón, con la grata compañía de mi buen amigo Roberto Miller, que se cansó de cordelar barriletes. Luego nos fuimos a dar una vuelta al SO y como a 9km del cerro, se prendió un marlín azul que primero atacó el señuelo y luego lo soltó; agarré la caña para “torearlo” y fue cuando se prendió firmemente; sin embargo, al “varearlo” para mayor seguridad, brincó enérgicamente y rompió el monofilamento. Luego avistamos caguamas, mantas y otros marlines brincando, por lo que quedamos muy agradecidos con el Señor que nos permite disfrutar de estas maravillas en el Golfo de California.
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