28.10.23 Armado con mi “exoesqueleto”, salimos al cerro mi hijo José Carlos con sus 2 hijos varones (mis nietos) y antes de llegar al Farallón nos encontramos con un cardumen de dorados; después nos desplazamos por los alrededores del cerro y se prendieron barriletes y un soberbio peto (wahoo para los anglofílicos), que completó, gracias a la infinita benevolencia del Señor, una espléndida mañana de intercomunicación entre las 3 generaciones. El mar estuvo tranquilo, tal como estaba pronosticado; la superficie de agua a 29°C y aunque la luna estuvo brillando toda la noche, los peces estuvieron muy activos y dispuestos a retar la habilidad en la pesca de mis nietos, uno adolescente y el otro aún niño.

25.10.23 Después del paso del “Nora” que dejó inundaciones y diversos daños (en toda la carretera Mochis-Topolobampo se ven por el suelo, postes de energía), hoy pude realizar una “mañanera” (6 a 8h), en la que pude constatar la gran cantidad de basura que llegó a la bahía ya que hay de todo: bolsas y envases de plástico, ramas, manchas de aceite y un largo etcétera, aunque nada de esto le quita lo agradable del paisaje de las pequeñas y múltiples cascadas que bajan de los cerros aledaños. En cuanto a la pesca, con la superficie del agua alrededor de un sorpresivo 25°C, en San Carlos hubo muchos cochis que fueron los que generaron el agradable cansancio y frente al náutico, hubo pargos de buen tamaño por lo que como siempre, otra jornada en la que fui bendecido por el Señor.

20.10.23 Se aproximan días tormentosos con pronóstico de lluvias y vientos intensos por lo que me fui a “despedirme” apropiadamente de mi querencia con una mini jornada “mañanera” (6 a 8h), en la que contra todos los pronósticos (superficie del agua a 31°C; baja presión atmosférica, nublados y luna cuarteada), los peces estuvieron más que frenéticos ya que mal quitaba uno del señuelo, ya tenía otro pique requiriendo mi atención. Así, uno tras otro se prendieron bichis, cochis, cabrillas, coconacos y pargos, hasta que llegó el momento en que agradablemente cansado y sintiendo el llamado del Señor a la cordura, hube de retirarme de este movido escenario.

17.10.23 Tal como estaba programado, hoy hizo buen tiempo y muy importante, Abe hijo me pudo acompañar en la jornada (6:30 a 12:30h, los señuelos estuvieron en el agua de 7:30 a 12h), por los alrededores del Farallón; la superficie del mar se veía “sucia”, con crecimientos de algas filamentosas (de hecho, los “testigos” de los motores se taparon inmediatamente) y estaba a 31°C pero aún así, el Señor nos permitió cordelar sierras y dorados (había cardúmenes de barriletes que afortunadamente, no se prendieron), además del espectáculo de los delfines y de los peces voladores.

14.10.23 Existe la posibilidad de una salida al cerro durante la próxima semana por lo que hoy fui a poner un poco de gasolina a la embarcación Pa’ntonces y por supuesto, aproveché para realizar una tardía y corta jornada (6:45 a 8h), frente a las instalaciones del náutico, con tan buena suerte que el Señor puso a mi disposición pargos sarteneros y roncachos (todo fue regresado al agua sin mayores daños), para que así lograra el agradable cansancio que tanto busco en el mar. También me encontré con la novedad de que la superficie del agua está mas o menos limpia y lo más importante, que ya ronda a los 29°C por lo que es probable haya actividad en los alrededores del Farallón.

10.10.23 Una mini jornada tardía (6:30 a 8:30h), con la que celebro mi septuagésimo cuarto (74, pues) aniversario que aunque fue ayer 9, las condiciones climáticas no fueron propicias para festejarlo con mi “querencia”; de cualquier forma, el Señor arregló lo necesario para que hoy hubiera muchos piques de pargos “panzones” (están llenos de camarón), coconacos, bichis, roncachos, cochis y cabrillas. Obvio, terminé la celebración sumamente cansado pero lleno de entusiasmo por haber entrado a la recta del cuarto de siglo.

06.10.23 Aunque sin el descanso adecuado y apostándole a la resilencia de mi vetusto organismo, hoy también fui a realizar una jornada “mañanera” (6 a 8h), dentro de Topolobampo; estaba nublado, lloviznando y aún así, la temperatura de la superficie del agua permanece a 32.5°C. Sin embargo, esto no fue obstáculo para que el Señor permitiera (para mi beneplácito), piques de muchos peces de diversa variedad (todos fueron liberados sin mayores daños), ya que hubo bichis, roncachos, cochis, cabrillas, pargos (ahora de los raiceros) y coconacos.

05.10.23 Después de varios “ayeres” hoy por fin pude cumplirle a mi “querencia” y aunque hubo 32°C en la superficie del agua, la “mañanera” de hoy (6 a 8h) y por la benevolencia del Señor, cumplió con el propósito de generarme el agradable cansancio (sin que haya dolor de por medio, dice Hermann Hesse en “Acuarelas de un Caminante”), que como tantos otros viejos, busco en las actividades físicas que todavía puedo  practicar. Los piques fueron principalmente de cochis, cabrillas y pargos, tanto juveniles como sarteneros por lo que más que nunca, todos se regresaron al mar sin mayores daños.