12.01.21 Aunque tuve que esperar al tractorista porque tocaba usar la Mi Última (ayer fue la Piñitas), valió la pena la espera (gracias, Señor), ya que fue una de esas mini jornadas (7 a 9:30h), en las que no se prendió ni un solo bichi, cochi o peces lagartija y en cambio, las corvinas (de nuevo, van a la cocina de mis vecinos en el ejido, aunque 2 se quedaron con el tractorista del club), estaban muy proclives a embestir los señuelos que puse en el agua que por cierto, estaba muy sucia y muy fría (16°C en la superficie) y el aire del norte, calando hasta lo más recóndito de mi vetusto organismo.