11.12.20 Una fría “mañanera” (6:15 a 8h), en la que el Señor se encargó de recordarme (mediante el dolor de huesos; principalmente en las articulaciones de las muñecas), lo vetusto que estoy; sin embargo y con cada chirriar de los carretitos (hubo pargos y muchos, muchos peces lagartija), se me olvidaba completamente cualquier malestar físico e inclusive, los 71 años que cargo a cuestas. Todo ello a pesar de que la mini jornada no comenzó nada bien ya que (también atribuible a la vejez), se me olvidó ponerle el tapón a la Piñitas y la primera parte del recorrido, lo tuve que emplear en sacar el agua con el achicador.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario