20.10.20 Una intensa “mañanera” (6:45 a 8:30h), en la que hubo cochis, bichis, coconacos (mis preferidos; me traje uno de 49cm) y corvinas de muy buen tamaño (una midió 91cm y estaba notoriamente “panzona”; hacía tiempo que no las encontraba y pues me las traje para mis vecinos en el ejido); en esta ocasión puse en el agua a la embarcación Piñitas y el motivo del viaje a Topolobampo, fue llevar la batería nueva para la lancha Mi Última (que por cierto, debo aclarar que la pila vieja no era del 2008 como lo establecí en mi anterior reporte, ya que en la distribuidora me precisaron que era del 2013 por lo que “solo” me aguantó 7 años). Otra excelente mini jornada en la que el Señor refrendó su bendición para este post-septuagenario.
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