20.02.18 Después de soportar un clima “infame” (por la intensidad del aire e
inclusive lluvia), imperante en los días previos, hoy por la mañana y a pesar
de la marea estaba arrastrada, me decidí a realizar una mini jornada (6:30 a
8:30h), en la embarcación Piñitas, con tan buena suerte ya que a pesar de los
pronósticos en contra, hubo una amplia variedad de peces que se interesaron por
los señuelos Storm y Bomber; la “fiesta” se inició cuando atrapé un alevín de
mero (me regocija saber que todavía existe en Topo esta especie), barracudas,
los infaltables bichis, cochis y también un buen coconaco (46 cm), que volvió a
generar la excitante vivencia del adrenaloíco sonido de los carretitos Okuma,
la angustia del momento cuando se encuevan (este peleonero animal lo hizo en 2
ocasiones; afortunadamente y con paciencia, lo pude despegar) y finalmente, el
uso de la red para no violentar el monofilamento y los anzuelos simples (todo
queda documentado en un vídeo de la GoPro para que con la venia del Señor, a
los nietos o bisnietos que les guste la pesca, vuelvan a disfrutar de este y
otros eventos similares).
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