19.09.22 Una “mañanera” de san lunes que empezó muy mal ya que en cuanto entré al agua, se hizo presente un fenómeno meteorológico que acá conocemos coloquialmente como “torito” y que genera fuertes vientos (la Piñitas se bamboleaba sin control por lo que decidí aproximarme a la escollera), abundante lluvia (la sacaba con el achicador con gran esfuerzo porque me parecía que no bajaba el nivel), relámpagos y truenos (en la oscuridad reinante, un gran espectáculo propio del Señor), pero que termina rápidamente; de hecho, después de que me guarecí por un rato en el náutico, volví al agua con tan buena suerte y para beneplácito de mis vecinos, que encontré a las “señoras” corvinas.

16.09.22 La infinita magnificencia del Señor me permitió vivir una extraordinaria “mañanera” (7 a 9h), en compañía del Abe nieto ya que todo lo que he experimentado dentro de la bahía a últimas fechas cuando voy solo, hoy se repitió y con creces ya que hubo pargos sarteneros y juveniles así como coconacos de buen tamaño; también es importante recalcar que hubo consenso en la práctica de regresar a su hábitat, a todos los peces capturados. Por si esto fuera poco, el Abe cordeló una gran corvina (apenas pudimos entre los 2 sacar la cañita del tintero; se auto liberó al subirla de lo cual fueron testigos otros pescadores deportivos), que fácil medía más de un metro, así como de un mega coconaco que después de una titánica pelea rompió la cuerda para desconsuelo del Abe que tomó el incidente (para mi beneplácito), con la ecuanimidad propia de un experimentado pescador.

15.09.22 Excelente mañanera (7 a 8:30h), con los peces celebrando las fiestas patrias; fue una mini jornada con muchos piques (también hubo moscos y jejenes), con gran diversidad de representantes de la ictiofauna (los pargos, con sus respectivos “bigotes” de camarón y los coconacos, regurgitando carapachos de jaibas), mismos que así como salían, se regresaban indemnes a su hábitat generando en mi vetusto organismo, un agradable cansancio. De hecho, di por finalizada la actividad del día cuando me avisaron que probablemente y para mi soslayo, mañana (así lo quiera el Señor), será “necesario” me haga cargo de uno de los nietos.

12.09.22 En esta mañanera (7 a 8:30h), de “san lunes” hubo muchos piques de moscos y de jejenes, pero también de buenos peces (la “fiesta” comenzó antes de que se generalizara la claridad; uno de los coconacos midió 42cm) y aunque todo fue regresado al mar indemnes (salvaron su vida gracias a que todavía tenemos dorados en el congelador), las peleas fueron lo suficientemente intensas (gracias a la infinita benevolencia del Señor), como para permitirme lograr el agradable cansancio que siento beneficia a mis vetustos huesos y músculos.

05.09.22 Es bastante probable que por condiciones meteorológicas adversas, durante los próximos días no podré salir al mar (descanso obligado), por lo que hoy me apresuré a realizar la jornada mañanera (7 a 9h), de “san lunes”, con tan buena suerte que hubo muchos piques tanto “terrestres” (moscos y jejenes), como en el mar ya que atrapé (y liberé), por supuesto con la anuencia del Señor, muchos pargos sarteneros tanto colmillones como raiceros. En esta ocasión hube de lamentar la pérdida de un señuelo ya que un pez, aún con 60cm de empate de acero, se las arregló para durante una épica pelea, romper la línea de monofilamento al rozarse con una piedra.

04.09.22 Contra mi costumbre, hoy domingo fui al náutico y realicé una corta (7 a 8h), “mañanera” ya que un inesperado (para esta época del año), viento del NNW hacía poco maniobrable a la Piñitas; sin embargo y con la siempre complacencia del Señor, los señuelos que puse en el agua fueron lo suficientemente atractivos para que pargos juveniles (atragantados por los camarones que pululan en la bahía) y los indeseables bichis, se interesaran por ellos al grado de que entre el esfuerzo para mantener el rumbo de la embarcación y los peces (todos fueron regresados sin mayores daños), me cansaron prematuramente.

01.09.22 Con el claro pretexto de abrir la bitácora del mes, hoy realicé una “mañanera” (7 a 8:30h), por demás sorpresiva ya que primero los coconacos (uno de ellos hizo sonar la chicharra del carrete Okuma, cuando me llamó mi hijo Alfredo que al mando de un Embraer 70 volaba Guadalajara-México-Mérida; espero haya podido escuchar el estridente sonido) y luego los pargos, me generaron rápidamente un agradable cansancio (complaciente que es el Señor), por lo que pasé a retirarme ya que no debo abusar de mis menguadas fuerzas y reservar algo para próximas ocasiones. Todos los peces hoy capturados, al igual que en la jornada previa, fueron regresados indemnes a su hábitat.