01.11.25 Ante los buenos resultados de ayer y con el pretexto de abrir la bitácora del mes, hoy (a pesar del cansancio extremo), realicé una “mañanera del mar” (6 a 7:30h), en la embarcación Piñitas. Al igual que la jornada previa, los primeros peces que embistieron los señuelos fueron los roncachos (salió uno inclusive más “choncho”, de 38cm); luego y al pasar frente a las escolleras, picó un animal que con energía se dirigió hacia las piedras y allí estuvo por largo rato (20min), sin que ninguno de los 2 interesados (el pez y yo), diéramos muestras de fatiga o darnos por vencidos. Así las cosas y cuando ya no aguanté las picaduras de jejenes y moscos, presioné un poco, accionar que dio como resultado que se rompiera el monofilamento; después de esto opté por retirarme del escenario, sabiendo que no siempre se pueden ganar todas las batallas pero muy satisfecho con la resilencia de mi vetusto cuerpo.
